Ya no salen palabras.
Ya no soy la misma.
Ya no salen palabras.
Ya no soy la misma.
Sistemas que se quiebran porque siempre hay uno que va contra la corriente. Me daba miedo ser aquél, cómo si las paredes de mi cuarto cayeran como dominós sobre la calle llevándose el pesar, el disgusto.
Le contaba a mi vieja que siempre había algo para ella aunque pensara que no lo mereciera, ella era el punto de inicio de la caída, de lo que podía llegar a causar en su vida, en la mía y la de los que la rodeaban. Pensaba que si se moría mañana descansaría, pero para mí si se muriese mañana sería dejar la batalla que la ha hecho fuerte y la que le da el semblante que ella proyecta frente a los demás.
Ahora, ¿cuándo pensaré en el mañana?, ¿en mí mañana?.
Te impregnaste en cada sonido, frase, acorde de esa canción que es inevitable que no te recuerde cada vez que aparece en el playlist de mi reproductor. Me tiemblan las manos cuando cierro los ojos, me concentro en la canción y ahí estás. Tan cercano, tan tangible a mí. Hasta tu respiración la siento, quitando la mía propia. Y no duele tanto, duele en la justa medida que te hace placentero, porque me acompañas con esa canción.
Recuerdo esa noche. Tú dormido, yo trabajando. Me gustaba tanto cuidarte por las noches. “Mi ángel” me decía. No quería seguir trabajando, tenía tantas cosas que hacer, era tarde y no quería dormir, quería acompañarte, quería danzar contigo en tus sueños. Dejé las cosas botadas y esa canción apareció. “Mierda”, pensé y me dispuse a verte, en silencio. Pero una sensación me envolvió, no era necesidad… ni siquiera sé que era. Pero, era tan intenso que empecé a mandarte mi energía. Pensaba “qué despierte, amor despierta…¡amor, despierta!, ¡aquí estoy, quiero ver tus ojos!” y no pasaron ni veinte segundos y ahí estabas mirándome con esos ojos que tanto amo. Esos ojos sinceros, que siempre me miraban como queriendo recordar cada facción mía, cada lunar, cada curva. Para que cuando estuviéramos en la oscuridad tus besos fueran por el camino correcto.
Recuerdo que te contaba con lágrimas en los ojos que te llamaba y tú sorprendido me dijiste que algo te incomodaba, que estabas en un estado en que el sueño aún no te consumía, que me tenías en tu mente y que tenías por algún motivo abrir los ojos. Y ahí estaba yo con el corazón en la boca, con las palpitaciones sofocándome, queriendo de una vez por todas besarte.
“Te quiero”, me dijiste y comprendí… me había enamorado.
Me gustaría que murieses, y que contigo te lleves este amor que me come por dentro. Me gustaría que te alejaras y te desvanecieras tan fácil que pudiera entender que no debía amarte, porque eres imposible, porque esto que siento es imposible y que todo lo que prometiste era imposible. Cuál niña tonta que creyó en tus promesas de amor, en tus promesas de vida. Cuál ángel destrozado que lame sus alas en busca de consuelo. Porque sí, ha pasado tiempo y yo aún busco consuelo en otros. Ya ni siquiera puedo violar estos labios que aún tienen rastro de los tuyos.
¿Porqué siento que puedo seguir y seguir escribiendo y no terminar nunca? Quiero vivir en letras, letras que a veces dañan y lo curioso que sólo me dañan a mi. Dime qué cresta algo para olvidarte, dime qué cresta hago para que te salgas de este corazón.
Mierda.
Me haces falta amor.
Cómo no tienes idea.
Te busco entre la tierra mojada por lluvias sureñas, de esa tierra en la cual quiero vivir. Recíbeme en tus brazos y olvidémonos del mundo, corazón.
Sólo tú y yo.
Una vez me dijeron que estar al 50% era estar en equilibrio y que deberíamos acostumbrarnos a estar en ese porcentaje. No sé, quizás si.
Pero hoy, después de leer tanto, escuchar tantas cosas…experiencias y consejos de otros…desperté con la sensación de que este día cambiaría mi vida completamente.
Aquellos recuerdos se guardaran en una cajita que armo al tiempo que escribo esto y cuando sienta que ya no duele, las volveré a ver…sólo para mirar esa ventana en que fuiste y fuimos importantes.
Extrañeza de gotas por caer, cielos ennegrecidos delicadamente en cada una de sus formas, un refugio nada más, refugio de las propias gotas de ventanas de almas, de cuerpos desnudos. Violines que recuerdan el café ese, en la esquina esa, en los brazos esos, y los labios aquellos.
Dudar que es real, pensar y envolver la cuenta por detalles, de fin a principio en mentes destrozadas, más no perdidas. Abro los brazos como si intentara alcanzar la luna, el sol, quemándome casi al instantáneo, sin siquiera sentirlo, pero las agujas del suelo se perciben como cosquillas en las manos.
Más que relatar sobre acontecimientos de mi vida, esta vez me he dado el tiempo de decir… BAH!, de gritar, gritarles y gritarme que soy una completa estúpida. Sí, así como lo leen.
Tampoco daré argumentos por los cuales me grito esto, sin embargo enumeraré algunos hechos:
- Pienso todo el puto día en ti, en la noche también. Saluda a mi insomnio. ¿Pero qué haces’, ¿esa es la forma de saludarlo? Sé amable, es mi única compañía, es fiel, sincero y atento. (Deberías aprender de él).
- Prendo el computador y veo una fotografía tuya, te leo y quedo en estado bobístico (llámese ese estado tonto en el cual babeas, suspiras, etc.)
(No esto no está siendo relatado para que ud., querido lector se ría, ni menos para que me compadezca. Muchas gracias, ahora continúo…)
- “Casi” y recalco la palabra casi, eres mi único tema de conversación. (okey, okey…sé que no puedo mentirles, apenas hablo con otras personas). ¿Eso debería ir en otro punto. ¿no?.
- Me dijeron “lo tuyo es..
JAJAJA, me acabo de dar cuenta que escribí algo al principio y lo niego.
“…patológico” Fue lo más suave que me pudo decir dentro de todas las chuchás que me dijo, despavilé si, en el momento…pero vuelvo a caer en lo mismo.
Me aburrí de enumerar cosas, ya las tengo claras. Sin embargo ahí están y me está costando un mundo poder resolverlas o por último hacerlas más llevaderas, dentro de mi vida. Obvio.
Pero ese día, ese momento en que ambos nos dijimos todo, comprendí que la forma de estar contigo era esa. Y solamente esa. Ahora, el problema son los recuerdos y ese deseo casi tierno de que volverá a ocurrir.
Eso, aún intento armar mi vida lo mejor posible.
¿Porcentaje? 40 por ciento.
Hoy me di cuenta de algo importante, y que seguramente los hechos que he pasado últimamente me habían hecho olvidar esta fecha o la que pasó hace unos días atrás.
Cuando abrí este blog, decidí que sería la ventana abierta de mi corazón y mi cabeza, aquí plasmaría todo lo que pensaba y sentía para no ahogarme y sentir que no avanzaba con ello.
Hace un año sucedió esto, exactamente un 21 de agosto. Hoy como es el día del blog me di cuenta que he escrito cosas que reflejan claramente mis cambios, que me he transformado en alguien que es honesto y no tiene miedo a decir o expresar lo que siente. Aquí he dicho te amo, te quiero, te extraño, me siento feliz, triste o con nostalgia. Aquí he publicado gestos de otras personas me han mandado y he considerado que son de esas cosas que no se olvidan…un pequeño poema, unas palabras, fotografías…
No voy a negar que me gustaría escribir siempre, hacerlo con más frecuencia de lo que lo hago ahora, pero creo que lo está es lo que he vivido en este año cargado de cambios, y sorpresas. Amores y desamores. Historias que salen de esta cabecita loca que lo único que quiere es aprender a volar de una vez y ser feliz.
-
Ah, pero cómo no olvidar poner algunos blog o entradas que sigo normalmente, es cosa de abrir blogger y ponerme feliz de que alguien ha escrito algo nuevo, interesante, emocionante y que se nota que lo escriben con sentimiento, así como lo hago yo.
Veamos…
* De mi amiga Pa ti, sale este blog cargado de citas, fotografías suyas y experiencias que sólo ella sabe como darle su toque:
http://sanicolas.blogspot.com/
* Un experimento extraño que por razones ajenas a nosotras tuvimos que dejar de lado con mi amiga Lore… sé que en cualquier momento podremos tomar ese viaje y conocer muchos lugares y que por fin tú conozcas el sur de Chile, así escribiremos en ese blog…nuestra bitácora al sur del mundo:
http://patiperreandov-v.blogspot.com/ (hay que arreglarlo, lo sé D=)
* Hablando de la loca de mi amiga, aquí les dejo su blog. Para mí es difícil de hablar de que se trata pero puedo definirlo en una sola palabra: Locura. Tal cual, como ella:
* No recuerdo cómo llegué a este blog, es de una persona que no conozco físicamente y siempre tiene algo bizarro que decir…pero, cuando lo encontré dije: “diablos, escribe genial”:
http://expresion-ulterior.blogspot.com/
* Otra amiga que encontró la forma de desahogarse a través de un blog, aquí publica de vez en cuando canciones que la interpretan y alguna palabra suya entremezclada:
http://poisonromiiix.blogspot.com/
* Bueno, me gustaría haber puesto una entrada que me gustó de ese blog tuyo, pero… los cambios los reflejas cambiando de blog, eliminando entradas y volviéndolas a escribir. Sin embargo, cada entrada tiene esa genialidad tuya que te caracteriza:
http://elmundodeoff.blogspot.com/
* Yo insisto, escribes precioso…así que sigue haciéndolo:
* Siempre encontrarás algo hermoso para leer y que te quede dando vueltas en la cabeza:
http://azzurrodimelodia.blogspot.com/
* Una mención especial para Mary, simplemente aprendí a entenderte a través de tus escritos y nunca olvidaré aquella entrada que una fotografía mía inspiró para una de tus historias (pondré los tres aquí, porque los tres los encuentro geniales):
http://holdontoyour-dream.blogspot.com/
http://ladyopheliac.blogspot.com/
http://thesearethedaysof-ourlives.blogspot.com/
* Tenía que ponerte a ti después que a ella =):
http://scream-intothesky.blogspot.com/
* Blog sobre mi querido Benedetti:
http://tardesdematesycuentos-mariobenedetti.blogspot.com/
* Si llegaras a leer esto, escribe de nuevo amiga…:
http://unrinconparaleer.blogspot.com/
* Uno de mis proyectos, debo continuarlo:
http://photographiesvania.blogspot.com/
Creo que eso es todo =)
Siento el dolor de mis nudillos al tratar de derribar esa pared que nos separa, ¿porqué lo hiciste si dijiste que no lo harías jamás?. Otra vez lloro, como si las lágrimas pudieran hacer algo, como si quisiera que se volvieran roca y así poder hacer agujeros para poder llegar a ti. Tengo ganas de decirte que te quiero, que te extraño, que ya no puedo estar sin ti. Pero ahí estoy, comiéndome las palabras, ahogándome en una tristeza camuflada de normalidad.
Quiero quererte como quiero quererte, sin miedo, sin caretas.
Quiero seguir siendo el ángel que te cuida por las noches y olvidar cómo me siento. Reír y verte reír. Decir “soy feliz” y escucharte decir “soy feliz”.
Aprendí a desahogarme escribiendo, si no lo hago por twitter, inevitablemente tengo que hacerlo aquí, en este blog no tengo impedimento de caracteres ni el juicio de las personas que te leen.
Los últimos acontecimientos me han dejado en un estado de stand-by, en el cual intento distraerme lo mejor posible (cosa difícil cuando estás de vacaciones y no tienes a muchos lugares donde ir) por eso agradezco el hecho de que no me importe el salir sola con una croquera, lápiz y cámara por ahí, olvidándome del tiempo en palabras y capturas de cuánta cosa pasa por el frente de mis ojos.
Pero llego aquí y el computador es ahora mi perdición y lo que guardo ahí me devuelve a la realidad tan fuerte que vuelvo al principio de todo (ya saben, historiales…fotos…escritos…canciones) Pero hay veces(la mayoría) en que no duele, es como una forma de estar contigo, es como sentirte al lado mío aunque sean por unas horas. Recuerdo haber dicho, “no sirve de nada cerrar el note y pasárselo a mi mamá porque hay cosas que están en mi pieza que me lo recuerdan de todas formas).
Si me preguntaran cómo estoy, les diría bien… con unas ganas enormes de conversar con (ese)alguien y olvidar para siempre esos pensamientos que no debería tener ahora, hicimos promesas y juramentos que nadie(ni siquiera nosotros mismos) ni nada romperá.
Con eso vivo hoy.
Te tengo presente siempre, mi ángel.
Siempre creí que este espacio seguiría conmigo hasta que ya no salieran más frases de mi cabeza y de mi corazón. Estuve a punto de cerrarte, incluso cree uno nuevo, diferente que mostrara otras cosas de mí, pero no pude hacerlo… Quizás el otro si lo empiece, tal vez no…(se nota que no quiero nada en mi vida más que tener claridad?)
(Teléfono)
(Apago la olla en la cocina…Me gustaría que sintieras el aroma de esa comida, preparada con cariño…)
¿En qué iba? Ya recuerdo, no cerraré este espacio porque ya es parte de mí, una ventana de mi corazón que un día quise compartir con quien quisiese leer y entender un poco lo que (me)pasa.
Es extraño, para escribir esto me encerré en un mundo donde existe los cafés en esquinas, un mundo totalmente onírico con fondo de montañas aladas, donde el lente se empaña con pequeñas gotas de lluvia. Mi mundo perfecto, pero siempre con un ingrediente faltante…tú.
Ahora vuelvo a la normalidad de esta ciudad con sol, de esta ciudad a veces alegre y a veces triste. Tal cual soy yo.
¿Me creerías si te dijera que en tus labios encuentro la Paz?
Te puedo imaginar de tantas formas, te puedo encontrar de tantas formas en mi cabeza, pero nada…nada reemplaza esas horas que se hacían eternas sólo queriéndonos.
No había sentido su piel hace algunos años y esa debilidad por ella había aumentado profundamente, haciendo que los recuerdos tuvieran esa mezcla de frescura y no olvido que alimentaba todas las noches cuando esperaba poder dormir.
Pero esta noche era diferente. Aquella prenda que aún conservaba su olor tan característico me rodeaba, pero más no me quitaba el frío reinante y que hacía que temblara intensamente. –y pensar que seguiría temblando, pero por otro motivo-.
El sueño ya me vencía y yo maldecía nuevamente el estar en esa habitación tan grande. Sola y con la pena a cuestas.
¿Qué podría hacer yo además de sobresaltarme al sentir una mano cálida rosar mi brazo?
y lo peor de todo es que ese tacto lo reconocía totalmente.
Suspiré.
Era él de todas maneras.
No quise enfrentarlo, ni siquiera abrir los ojos. Quizás era porque esa caricia seguía sobre mi cuerpo, aquél tacto descendía por mi abrazo muy lentamente…
Entonces era ahí cuando tenía, casi por obligación romper ese silencio que me ahogaba.
-Volviste.-Dije casi ocultando mis nervios y mi respiración al mismo tiempo.
Pero no recibí ninguna respuesta. Obvio, él no venía a hablar, venía a demostrarme que en todo el tiempo que había pasado, nunca me había olvidado. Sonreí, yo tampoco lo había hecho.
De apoco giré sobre mi cuerpo quedando frente a él, era el mismo, y como siempre mis ojos recorrían cada rasgo suyo casi como si quisiera memorizarlo por si volvía a irse. Me sorprendió el hecho de que…como si leyera mi mente, me besara para bloquear aquellos pensamientos.
Si, era ese beso que yo tanto extrañaba, que yo tanto pedía que volviera a disfrutar como lo hacía en aquel momento.
Y así comenzó esa mezcla exquisita de amor y ternura que te da a comprender que el cielo también se puede vivir en la tierra.
*ves que al final lo modifique? I<3U
Hace unos días quise escribir una entrada en este blog que ha sido como mi corazón abierto y quienes han entrado aquí han sabido lo que me pasa sin tener que preguntarlo (de todas formas, respondo cuando lo hacen…la diferencia es que no siempre respondo con la verdad).
Si, estudio arquitectura y para muchos puede ser súper cool hacerlo, para mi y en este momento ha sido lo que me tiene en este estado de stress que nadie lo entiende. Llevo casi cuatro años en esto y parece que nunca me acostumbrara a pasar de largo casi una semana entera, dormir 2 a 4 horas, comer casi nada y andar con un humor de perros.
Pero hay algo que siempre me mantiene a flote, son esas llamadas de vez en cuando de alguien, de esos mensajes de ánimo, en fin… no me llamaría Phoenix si no fuera capaz de hacerlo.
Eso lo leí de alguien…y sentí que todo el mundo sufre con extrañar.
Extraño a la gente que alguna vez me quiso y me quiere, la que me odia, y la que no quiere saber nada de mí.
Extraño a la gente que está conmigo todos los días…
(…)
Acabo de ir donde mi vieja, la extraño también, aunque muchas veces me de rabia sus actitudes, es la persona con la que más me cuesta convivir. Pero sé que el día que agarre mis cosas y empiece mi vida la extrañaré como a nadie he extrañado.
¿Acaso podré coordinar algo?
Son las 3:15 y estoy botando palabras sin sentido, no llevo ningún hilo.
Mejor cierro esto.
Abro esta cosa y no sé qué escribir. Me gustaría que todo brotara tan fácil cómo brotan mis lágrimas estos días.
-¿Estás volviendo a tu burbuja?-
-¿Reconstruiste tu caparazón?-
Me preguntan los que siempre están ahí, los que se dan cuenta de que algo me pasa, y no sé que responder ante esas preguntas. De verdad que no lo sé. No coordino cabeza con corazón.
-¿alguna vez se han podido coordinar?-
Tantas malditas preguntas que rondan mi cabeza, tantos sentimientos que se mezclan y me confunden.¿Será normal eso? (otra pregunta, fuck).
Estoy feliz, estoy triste también. Pero no puedo ver con claridad cuál es la que está pesando más.
Me hace bien verte, me hace mal no verte.
Hace unos días escribí algo, pero no me atrevo a ponerlo en ningún lugar. ¿Porqué será? (fuck, de nuevo).
No es el tiempo de hacerlo quizás.
Y esa canción sigue dando vueltas, a pesar de que pongo otras, la vuelvo a poner. (maldita y hermosa canción)
I want to disappear.
Es lo más cobarde que podría hacer.
(lo volví a leer, y ni yo me entiendo…)
Hace una semana te tuve entre mis brazos.
Hace una semana me colocaba un escalón más arriba que el tuyo para que quedaras en mi pecho.
Hace una semana te dije “Te quiero”.
Hace una semana quería que el tiempo se detuviese y durase para siempre
Hace una semana escuché “Te quiero”.
Hace una semana pasee contigo por las calles con una sonrisa en el rostro.
… y pareciera que fue ayer…
Ni siquiera sé cómo empezar esto. Creo que hace un mes esta historia comenzó extraña e increíblemente a través de sucesos que no se dan normalmente. Cualquiera no se levanta un día en la mañana y le pasan esas cosas. Lo único que sé que lo que viví hace unos días no es la culminación de algo, si no el comienzo de una etapa que la viviré lo mejor posible, porque creo que no me siento tal cual como soy, si no es con esa persona.
Es necesario arriesgarse siempre, si el miedo me hubiera consumido el día antes de emprender aquel viaje, seguiría aquí..con esa duda que te carcome el corazón y no te permite avanzar.
Recuerdo cada momento desde que salí de mi casa, con la humedad en el ambiente. Había sido una noche triste y la lluvia le ponía el ingrediente faltante para denominarla como tal. Iba con el tiempo en contra, el frío me hacía temblar junto con el nerviosismo obvio de saber que podía perder la oportunidad de verte…
Salió todo bien a pesar de todo, las dos horas que tuve que esperar otro bus, volaron mezclando palabras con otra persona que vivía cosas parecidas a mí, pero claro, la diferencia era que, yo intentaba disimularle los nervios de viajar esperando encontrarme con alguien especial.
Para mi sorpresa, el camino que recorrí fue lo más hermoso que he visto en años, la mayor parte vi la costa, es como si el mismo mar quisiera que lo recordara y no lo olvidara. Sonreí cuando me di cuenta de eso. “Oye, yo nunca te olvidaré, en tus olas me siento como en casa”.
Nunca me podría acostumbrar a vivir en esa ciudad, la gente pasa por el lado tuyo y por otros sin percatarse de nada. Viven en su propio mundo, y se notaba demasiado que yo no era de ahí, veía algo que me sacaba de mis pensamientos y podía estar varios minutos observándolo.
¿Y que sigue? ¿El nerviosismo obvio de saber que te vería? No, eso ya lo dije… pero lo vuelvo a decir. Lo estaba, y nunca dejé de estarlo.
Era temprano aún y tenía la misma sensación del día anterior, era extraña. ¿Adónde hubieras ido, si sólo me esperabas ahí?. Última estación, salgo del vagón, saco el celular, miro…y ahí estás.
…de ahí en adelante, no te solté hasta que subí definitivamente con lágrimas en los ojos al segundo piso del bus semi-cama, andén 4.
: )
¿Cuántas veces es necesario terminar y volver a comenzar?
¿Cuántas veces es necesario decir “Basta” y “Gracias”?
¿Cuántas veces es necesario guardarse ciertas cosas y decir otras?
¿Cuántas veces es necesario buscar nuestra propia felicidad?
Es necesario hacerlo las veces que sean necesarias.
No hay duda de eso.
Hoy comienzo una nueva etapa y no estoy sola. En realidad nunca más estaré sola.
Abrí lentamente los ojos, y sentía que no los había abierto definitivamente. Por entre las pestañas, lograba ver una silueta que a medida que pasaban los segundos se iba acercando más hacia mí. No estaba nerviosa, pero sentía cada parte de mi cuerpo reaccionando de una manera extraña, me gustaba esa sensación, me sentía viva…
Con un poco de miedo, apreté los párpados y me alejé unos pasos. Aquella persona me llamó por mi nombre, tan suave y tranquilo que se mezclaban perdiéndose con el sonido de las olas romper en la orilla..
¿Para dónde iba?, lo que sentía en mis pies ya no era esa arena un poco tosca, era algo más firme y húmedo. Claro, me acercaba a esas olas, mi cuerpo pedía a gritos juntarse con el mar y volverse uno. De pronto perdí aquella silueta que se acercaba a mi..así que entreabrí nuevamente mis ojos y allí estaba, un poco lejos..ya había avanzado demasiado.
El agua estaba cálida, el sol se despedía y llegaba el momento del día que más amaba: el Atardecer. Pero yo sabía que ese atardecer le faltaba algo, le faltaba aquella silueta que me observaba impaciente.
Alcé un poco la mano hacia adelante y abrí completamente mis ojos.
-Ven, amor..-
Ruido, movimientos ligeros, rápidos. Ojos que pestañean rápido, bocas moviéndose..sonidos de autos retumbando por todos lados. Me marean.
…De repente algo me sacó de ese caos, por mis oídos entraba esta canción y sentía todo de forma diferente, era como ser una masa sin peso..ante mis ojos pasaban minúsculas partículas y me sentía parte de ellas. Lo que antes me molestaba era agradable para mí. Todo en un segundo que me pareció eterno.
¿Cómo decir las cosas, cuando los gestos y los latidos del corazón se leen solos?
No sé si será odio o rabia, el preocuparse por las demás personas. Supongo que es normal…pero yo no lo quiero así.
Me complica.
Han pasado tantas cosas estos días, y la presión de la Universidad me han obligado a no parar y pensar bien las cosas. He actuado solamente. Un gesto primitivo que el hombre lo tiene grabado en la espalda, con lo que nacimos.
Tomé una decisión, me retracté…porque siempre se erra la primera opción. Siento algo y no dejará de estar ahí al alejarse, dejar de hablarse o verse. No pensé, en lo que pasaría con la otra persona, no pensé en nada. Lo siento mucho de verdad…es mejor así, creo yo. Seguir como estamos, seguir con eso que nos gusta a ambos, y nos hace feliz.
Estoy aprendiendo a ser paciente, pero eso no necesariamente significa que el día de mañana me desespere por no estar contigo. Es parte del proceso, y como te lo tomes tú, también ayuda. No hace falta decir mis sentimientos hacia ti, ya los sabes.
Tengo que aprender también a decirte lo que me molesta de ti, de hacerlo de la mejor forma, y si lo hago de la peor, que entiendas el porqué lo hice. Qué raro sería si no actuara así no? a la primera?
….Goodbye my love…goodbye…
¿Porqué saldrá esa canción cada vez que escribo aqui?
Y lo mejor, es que la que sigue es Learning to Fly de Pink Floyd. La música genera mis caminos y me ayuda en mis decisiones. Si, aún estoy aprendiendo a volar…
Esto es lo que leen de mi, cuando empiezo a extrañarte, cuando te recuerdo y te ansío a mi lado:
Leo y leo tus palabras, como si así te pudiera abrazar cuando estás ausente..
Quiero tomar mi mochila, comprar un pasaje, subirme a un bus. Y verte.
Y porqué lloro ahora?, porqué tengo esa necesidad de escribir para no gritar a los cuatro vientos, que te quiero? –.-
Sí, lo último es cierto. Mi boca es como una cárcel en donde sólo ves barrotes, nada puede salir, ni palabras emitidas con esa voz que tanto te gusta, ni gemidos suaves que salen de vez en cuando cuando quieres empezar a llorar.
No estoy sufriendo, estoy feliz. Pero mi felicidad, mi batería llegaría al cien por ciento, cuando tu estés aquí o yo esté allá y pueda decirte a través de esos fierros oxidados que te quiero y tu oído sin ese aparatito lo escuche.
Llegaste y no quiero que te vayas, sólo pido tener la suficiente fuerza para aguantar. Y ya que tu eres fuerte, contágiame.
Estoy reaccionando, me acostaba entre sábanas cálidas, sola pero no.. Había algo diferente esta vez. Era raro, pero la sonrisa que se formaba en mi rostro me reconfortaba. Me habías llamado y sentía tu respiración junto a la mía, apenas hablábamos. Mi corazón latía a mil, y mi cuerpo sentía una y mil respiraciones. Trataba de hablar bajo, ocultando mi nerviosismo obvio, que me daba al escucharlo.
¿Qué me hiciste?
Desperté asustada, miraba el reloj y sentía que me había retrasado, pero no era así, sólo eran esas sensaciones raras que te vienen después de haber dormido tan bien. Me levanté apenas con los ojos brillando, esperando que nadie me preguntara el porqué. Pero no había nadie en ese lugar, no había nadie que comprobara qué me estaba pasando.
Ya con la música entrando por mis oídos, el ingrediente que faltaba se hacía presente.
El agua recorría mi pelo y mi rostro como una especie de sanación que tanto necesitaba, y el cielo estaba tapado con un color gris que yo tanto anhelaba.
El invierno se acerca…
Un guerrero de la Luz necesita Amor.
El afecto y el cariño forman parte de su naturaleza, tanto como el comer, el beber o el gusto por el Buen Combate. Cuando el guerrero no se siente feliz ante una puesta de sol, es que algo anda mal.
En este momento, interrumpe el combate y va en busca de compañía, para contemplar juntos el atardecer. Si tiene dificultades para encontrarla, se pregunta a sí mismo: “¿Tuve miedo de aproximarme a alguien? ¿Recibí afecto y no lo percibí?”
Un guerrero de la luz usa la soledad, pero no es usado por ella.
Manual del Guerrero de la Luz, Paulo Coelho. (una tarde en la biblioteca. Parte 1)
Es mi entrada número 100 y me hubiera gustado escribir algo lindo, pero no. Es 14 de febrero, el día más odiado y como si la cosa no quisiera mejorar, se me acumularon un montón de estupideces y necesito botarlas para no pudrirme por dentro [cómo si el proceso no hubiera comenzado ya…]
Odio…
vivir en esta ciudad
ser tan estúpida
no poder viajar a donde yo quiera
no tener un helado de lúcuma en el refrigerador
no poder gritar y llorar tan fuerte para no hacerlo nunca más
las canciones tristes [esas que escuchas, sólo para hacerte daño] y no tener el valor de borrarlas
EXTRAÑAR, así con mayúsculas y todo
el verano, el puto verano con sus playas infestadas, sol maldito entre otros
no poder abrazarte
ni menos besarte
ni tocarte
ni mirarte a los ojos y decirte: “púdrete”
estar convirtiéndome en una mujer que no sabe lo que siente [no pregunte. no responderé]
no poder salir de mi casa, tomar un bus, ir hasta tu casa, decirte “púdrete” otra vez, besarte y olvidar.
no poder ponerle stop al winamp [repeatmodeon]
no poder prender el celular, porque no quiero que me llamen
ni llamar
ni mandar un mensaje estúpido
ni ver ese contacto que tiene tantos números, que algunas veces llamé con el corazón en la boca y riéndome de lo feliz que era, y lo estúpidamente que te amaba
a mis vecinos
su música y sus carretes a mitad de semana
no poder abrir la ventana y tirarme
no poder meterme al mar y que no me sienta en paz
el que no estés para poder decirte esto y que me digas algo, cualquier cosa y sólo así, saber que a alguien de este puto mundo se preocupa por mí
canción de esta noche de odio máximo: Sonnet – The Verve.
Yo: –Viejo, ¿vamos al festival de Jazz?-
Viejo: –Ya poh, vamos.-
Genial!-pensé, ir al festival de Jazz con mi viejo era lo mejor que quería hacer esos días, ya que no viajaba a ningún lado y me quedaba aquí en Serenas Town-como alguien alguna vez me lo dijo, ¿será tan pueblo?, me da risa de sólo pensarlo.
Horas más tarde…
Viejo: –me llamaron los cabros y nos van a venir a buscar en el elefante-
Por un momento me pregunté: “¿y qué mierda es el elefante?”, ¿me van a creer que me imaginé un elefante corriendo por la playa, aplastando a los autos que pasan lentamente por la avenida del mar?. Eso significaba una sola cosa, esa noche iba a ser espectacular.
Dentro del elefante…
Nunca había estado en un auto tan grande como ese, a pesar de que habían como diez personas adentro, no me sentía apretujada ni nada…algún día me compraré uno igual. Imagínense, durante la semana podría meter aproximadamente unas diez maquetas, tamaño extra-grande y para los carrete…ufff ni siquiera quiero imaginármelo!!-Obviamente yo no manejaría, me gusta tomar cuando salgo- Y esa música andina nortina que escuchaban, no me desagradaba, me hacía recordar cuando mi papá vivía en la casa aún y en las tardes ponía a los Kjarkas o como se escriba..
Algún amigo de mi viejo: –Vamos a ver al Chico Trujillo más chico de lo que es-
Broma fome, pero todos a esa hora, con unas chelas ya en el cuerpo se mandaron a reír, y mi cara era…no sé, no sabría como explicarlo. ¿Porque? Simple. Yo iba a ver el festival de Jazz y NO al Chico Trujillo ¬¬.
En fin, a esa hora, la avenida del mar, atestada de gente de todas las edades y cualquier espécimen conocido y desconocido, caminaba conversando con un vaso de no se que…disfrutando de la playa de Serenas Town.
Antes había tomado estando con mi viejo al lado, unos vinos a la hora de almuerzo, o en asados, o cuando comprábamos chelas exquisitas, llámese Stella Artois, Budweiser, Corona o mi amada Kunstmann. Pero esta vez fue diferente, mi viejo me llenaba una y otra vez el vaso, mientras bailábamos al son de la cumbia del chico Trujillo-y eso que no me gusta bailar cumbia-
Viejo: –Hasta ahí no más..-Me decía llenándome el vaso de ron hasta la mitad y después echándole coca-cola.
Yo: –aiii viejo, échale no más.-Le decía yo muerta de la risa y de fondo: "está la escoba está la escoba (8)”
El sonido no estaba muy bueno, pero era lo que había…El Chico Trujillo se despedía, mientras la gente pedía más y más, pero es obvio, volvían, tocaban un tema más y después ya se iban definitivamente.
¿de vuelta a casa?
Ni siquiera pensarlo, el elefante daba vueltas por el centro y se estacionaba en el “Peregrino” o nuevo peregrino…como vi por ahí. Encontramos una mesa y más chelas venían y los “jallalla” se cantaban a coro antes del brindis. Jallalla es “salud!” al más puro estilo de los pueblos originarios cuando sacrifican algún animal para honrar a la pacha mama. Más música en vivo en ese bar, amigos de los amigos de mi Viejo que bajaban del escenario y me presentaban como “la hija del Miguel” y los típicos ¿y cuantos años teni? o “pucha que estai grande”.
Ya podía notar algunos curados o borrachos, hablando cada incoherencia junta, y yo que me reía cada vez más, las idas al baño, y sola porque no iba a ir con mi viejo o con algún amigo de él…
y ahora….¿para donde vamos?
Todos a coro: “A donde el rey del pollo!!!”
Era la hora del bajón a eso de las 4 de la mañana, y yo moría por algo con hartas calorías.
Llovían los pollos asados, las papas fritas, y las escudos heladitas a nuestra numerosa mesa en el segundo piso del local-ni siquiera me quiero acordar de la minúscula escalera, no sé cómo subí y baje de ellas-
…..
Ah! y tampoco me quiero acordar cómo llegué a mi cama.
¿Fin?
Tú me sacaste esta fotografía, ni siquiera lo recuerdo.
Esa lágrima tampoco la recuerdo.
Pero lo que si recuerdo, son esas tardes pegadas al tocadiscos sony y esos audífonos gigantes, escuchando los miles de cassettes de Pink Floyd.
Recuerdo tus abrazos y tus besos.
Papá, cuando te fuiste…unos de los pilares que me sostenían, se derrumbó. Pero yo seguí adelante porque de alguna forma, seguías junto a mi.
No te veía en todo el día, pero cuando llegaba el momento en el que el sol se escondía, yo volvía a sonreír.
¿será por eso que amo los atardeceres?
Hoy me dijiste que te vas, que no tendré tus besos de despedida en la frente, que no escucharé tu: “Hasta Mañana”. No te mostré mi pena…no tengo idea porqué…
Te extrañaré, Papá.
Sentía un olor extraño pero a la vez delicioso, mi cuerpo tenía una forma inhabitual de comportarse, eran como pequeños espasmos que a cada cierto minuto descendían y subían volviéndome loca, cerrando los ojos y esperando que nunca pasase.
A la vez escuchaba un sonido profundo pero lejano, unas notas que sobaban mi corazón en un mar de agujas.
Sí, era un dolor tan placentero que mi garganta se abría y dejaba escapar sonidos que se fundían con el otro, formando una melodía que recordaba perfectamente. Esas melodías que guardas como recuerdos en algún lado de tu cerebro, pero cuando pasa el tiempo, la imaginación los modificaba y se volvían reales.
Pero no era yo la única que sentía esto, de hecho yo había cambiado completamente, porque los movimientos no eran de una sola persona, era de dos. ¿Pero quién estaba ahí, junto a mí? ¿Quién era el que me acompañaba para suplir esas noches de soledad, en las que vivía siempre?
Deja de pensar, boba.
Disfruta.
Ahí te espero, en cualquier momento del día.
¿Me ves allí?
El frío no entra a ese lugar, porque es de nosotros.
Los rayos de mi amado sol, penetran las hojas de los árboles,
y te muestran el camino, para volver.
¿Porqué que, a pesar de que he llorado tanto, aún me quedan ganas de llorar?
Hace unos meses, cuando mi vida florecía en el amor, siempre quise confiar en la persona más especial, la que te da la vida, la que te enseña a ser humano..tu madre..
Pero…
…simplemente no podía, cuando esas pocas veces en la que la abrazaba para sentirme querida..había algo que me frenaba…yo sólo quería decirle: “Mamá…me enamoré”. Y quizás recibir consejos o una simple sonrisa de parte de ella o un “estará todo bien”.
Quizás el haberlo dicho ahora, después que todo pasó, después que el sufrimiento se fue alejando de mi…fue lo mejor que pudo haber pasado.
“Lo intuía”, sonreí entre lágrimas al escuchar eso, las madres lo intuyen, las madres son capaces de saber qué les pasa a sus hijas, sólo con mirarlas.
Creo que es hora de seguir…creo que es hora de empezar de nuevo. Anoche morí como tantas veces, pero esta vez fue especial, esta vez murió la boba que no confiaba, la boba que prefería guardar todo y esperar el momento de la explosión en algún abrazo de una amiga.
-¿Siempre?-Le pregunté alzando la mirada para encontrarme con esos ojos negros firmes, pero a la vez sensibles, que me miraban tierna y dulcemente. Él sólo me sonrió y supe que así iba a ser, una especie de confianza casi ciega por el otro que muy poca veces se daba.
Me estreché más contra su abrazo, sintiendo el latir de su corazón, y su cálida respiración peinar mi cabello. Para mí, ese era el paraíso.
¿Porqué será que necesitamos el contacto humano para sentirnos vivos?
Los minutos pasaban y ninguno de los dos se separaba, algo susurraba pero no lograba entender qué era lo que me decía, estaba demasiado concentrada en contar y sentir su corazón, me había vuelto adicta a escucharlo.
De a poco, empecé a volver a mi tiempo, los años habían pasado, los olores eran los mismos, las sensaciones eran las mismas, sólo habíamos cambiado físicamente, entre el conjunto de arrugas de esa piel un poco reseca, ahí seguían esos ojos negros que me habían conquistado la primera vez que los vi, cuando yo era sólo una niña que no sabía lo que quería.
-¿Recuerdas cuando me abrazabas así como lo haces ahora, hace unos años atrás?-
-Claro que lo recuerdo, para mí, eso fue el principio de nuestra vida en el Paraíso.-
¿Porqué algunas palabras quedan tan marcadas en nuestra memoria?
-Había algo que me susurrabas ese día…No sé porqué nunca te lo pregunté…-murmuré agachando la mirada, en esa típica actitud que tenía cuando me ponía nerviosa por algo, y no quería que me miraran.
-Creo que eso lo sabes…-me dijo tomando mi barbilla, para que nuestros ojos volvieran a juntarse.
Le sonreí de vuelta, había comprendido.
Lo que me susurraba esa noche, era lo que él quería vivir junto a mí. Quería ser mi amigo, mi esposo y mi amante, y que nuestro pequeño paraíso aquí en la tierra, lo compartiría conmigo.
Nuestro Paraíso.
-Hola, ¿cómo estás?-
-¿Qué te importa, Imbécil?, ¿acaso te importa ALGO de la mierda que me pasa?. Preocúpate de tu vida, pobre hueón…-
Mi mente divagaba, y creía no tener el control de mi boca, trataba de mirarlo a los ojos pero mi lengua afilada seguía tirando insultos como si él tuviera la culpa de todo. Ni siquiera salían lágrimas, sólo era el odio contenido que me hacía tirar esas palabrotas sin sentido..sin..pies ni cabeza.
De un momento a otro las palabras fueron cesando, el latir de mi corazón se fue calmando, y mi respiración volvía a ser normal. ¿Qué era lo que pasaba?. Abrí los ojos despacio, y me encontraba entre unos brazos firmes, pero a la vez suaves. Aquél a quien había insultado y herido, estaba ahí, abrazándome.
-Te adoro-le susurré tan despacio…que dudé por unos segundos que él me hubiera escuchado.
-Sabes que yo también te adoro. Estaré aquí. Siempre.-
Qué difícil es verla con esas emociones a flor de piel. ¿soy fría? yo creo que no…quizás con ella si, pero…siento que es todo lo contrario..
…tanto andar….tanto tanto andar..sin un destino…
Quiero hacer tantas cosas, pero no me siento cómoda, no me siento bien en mi propio hogar, necesito un descanso, necesito ese viaje..tanto que incluso me sorprende.
….corazón de cristal…corazón de quimera…
Quizás es para ordenar todo en esta cabecita extraña, ordenar sentimientos, deseos, inquietudes… de alguna forma empezar de cero, empezar bien, sin ningún tropiezo.
Anoche soñé contigo, y no puedo recordar qué fue, cómo fue, y que hice, pero la sensación de que fue algo bueno, aún me queda, y no he querido levantarme, temiendo que esa sensación desaparezca, como desaparecen las estrellas en el cielo negro cuando se acerca el día.
… tanto tanto tanto amar… lastima… a veces lastima…