domingo, 17 de abril de 2011

Vida

Me ofreciste tu vida, el regalo más hermoso que puedes darme. Yo, te regalo mi vida y los frutos de ella, te regalo lo que nazca de mi vientre y de mis manos. Te regalo cada segundo de mis pensamientos y mis imágenes.

Génesis vendrá a una vida que no es tuya solamente, tampoco es la mía. Es nuestra.

Vida germinando en vida.

Acabo de soñar contigo, pero no, lo hice estando despierta. Sólo cerré los ojos y me entregué a los recuerdos que los llevo grabados en mi piel, te tengo a ti escrito en cada pliegue y en cada rincón por donde pasaste. Mi amor, faltan tan pocos días para verte otra vez y no puedo calmar estas ganas que tengo de abrazarte y sentirte mío.

Te había dicho que apagaría todo, pero he estado en una especie de introspección en la que necesito estar a oscuras y pensar, sólo pensar. Anoche quería escribir y mucho, como lo hago ahora… pero pasaron tantas cosas que el dolor no me dejaba aclarar la mezcolanza de cosas que tenía en la cabeza.

He pensado en nosotros, en ti, en nuestros planes y ¿sabes qué? estoy dispuesta a esperar todo lo que tenga que esperar, para vivir de nuevo junto a ti y disfrutar cada minutos contigo, aunque sea sólo mirándonos.

Antes de dormir acaricio la almohada y las sábanas de mi cama recordando todo lo que vivimos ahí. Reíamos y nos amábamos siempre como si fuera la primera vez de nuestras vidas, cerrábamos los ojos para vernos en unos años más con nuestros hijos acompañándonos y haciéndonos rabiar.

¡Qué extraño reír y verte feliz!.

Ayer era un día especial. Amor, seguiremos juntos muchos meses más y muchos años más, estoy segura de eso. Primera vez que estoy tan segura de algo.

Pablo, te amo.

Gatito mío, ya estaremos juntos.