Es mi entrada número 100 y me hubiera gustado escribir algo lindo, pero no. Es 14 de febrero, el día más odiado y como si la cosa no quisiera mejorar, se me acumularon un montón de estupideces y necesito botarlas para no pudrirme por dentro [cómo si el proceso no hubiera comenzado ya…]
Odio…
vivir en esta ciudad
ser tan estúpida
no poder viajar a donde yo quiera
no tener un helado de lúcuma en el refrigerador
no poder gritar y llorar tan fuerte para no hacerlo nunca más
las canciones tristes [esas que escuchas, sólo para hacerte daño] y no tener el valor de borrarlas
EXTRAÑAR, así con mayúsculas y todo
el verano, el puto verano con sus playas infestadas, sol maldito entre otros
no poder abrazarte
ni menos besarte
ni tocarte
ni mirarte a los ojos y decirte: “púdrete”
estar convirtiéndome en una mujer que no sabe lo que siente [no pregunte. no responderé]
no poder salir de mi casa, tomar un bus, ir hasta tu casa, decirte “púdrete” otra vez, besarte y olvidar.
no poder ponerle stop al winamp [repeatmodeon]
no poder prender el celular, porque no quiero que me llamen
ni llamar
ni mandar un mensaje estúpido
ni ver ese contacto que tiene tantos números, que algunas veces llamé con el corazón en la boca y riéndome de lo feliz que era, y lo estúpidamente que te amaba
a mis vecinos
su música y sus carretes a mitad de semana
no poder abrir la ventana y tirarme
no poder meterme al mar y que no me sienta en paz
el que no estés para poder decirte esto y que me digas algo, cualquier cosa y sólo así, saber que a alguien de este puto mundo se preocupa por mí
canción de esta noche de odio máximo: Sonnet – The Verve.
No hay comentarios:
Publicar un comentario