Tú me sacaste esta fotografía, ni siquiera lo recuerdo.
Esa lágrima tampoco la recuerdo.
Pero lo que si recuerdo, son esas tardes pegadas al tocadiscos sony y esos audífonos gigantes, escuchando los miles de cassettes de Pink Floyd.
Recuerdo tus abrazos y tus besos.
Papá, cuando te fuiste…unos de los pilares que me sostenían, se derrumbó. Pero yo seguí adelante porque de alguna forma, seguías junto a mi.
No te veía en todo el día, pero cuando llegaba el momento en el que el sol se escondía, yo volvía a sonreír.
¿será por eso que amo los atardeceres?
Hoy me dijiste que te vas, que no tendré tus besos de despedida en la frente, que no escucharé tu: “Hasta Mañana”. No te mostré mi pena…no tengo idea porqué…
Te extrañaré, Papá.
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