viernes, 16 de julio de 2010

Mi cielo, nuestro cielo.

No había sentido su piel hace algunos años y esa debilidad por ella había aumentado profundamente, haciendo que los recuerdos tuvieran esa mezcla de frescura y no olvido que alimentaba todas las noches cuando esperaba poder dormir.

Pero esta noche era diferente. Aquella prenda que aún conservaba su olor tan característico me rodeaba, pero más no me quitaba el frío reinante y que hacía que temblara intensamente. –y pensar que seguiría temblando, pero por otro motivo-.

 

El sueño ya me vencía y yo maldecía nuevamente el estar en esa habitación tan grande. Sola y con la pena a cuestas.

¿Qué podría hacer yo además de sobresaltarme al sentir una mano cálida rosar mi brazo?

y lo peor de todo es que ese tacto lo reconocía totalmente.

Suspiré.

Era él de todas maneras.

No quise enfrentarlo, ni siquiera abrir los ojos. Quizás era porque esa caricia seguía sobre mi cuerpo, aquél tacto descendía por mi abrazo muy lentamente…

Entonces era ahí cuando tenía, casi por obligación romper ese silencio que me ahogaba.

-Volviste.-Dije casi ocultando mis nervios y mi respiración al mismo tiempo.

 

Pero no recibí ninguna respuesta. Obvio, él no venía a hablar, venía a demostrarme que en todo el tiempo que había pasado, nunca me había olvidado. Sonreí, yo tampoco lo había hecho.

De apoco giré sobre mi cuerpo quedando frente a él, era el mismo, y como siempre mis ojos recorrían cada rasgo suyo casi como si quisiera memorizarlo por si volvía a irse. Me sorprendió el hecho de que…como si leyera mi mente, me besara para bloquear aquellos pensamientos.

 

Si, era ese beso que yo tanto extrañaba, que yo tanto pedía que volviera a disfrutar como lo hacía en aquel momento.

 

Y así comenzó esa mezcla exquisita de amor y ternura que te da a comprender que el cielo también se puede vivir en la tierra.

 

*ves que al final lo modifique? I<3U

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