martes, 14 de junio de 2011

Intento materializarte ante mis ojos, pero sólo consigo cerrarlos con fuerza para recordar aquellas noches en que me enredaba en ti. Suave roce sobre tu piel, nacidos suspiros y besos terminados en agónicos abrazos.

Cada rincón impregnado de tu presencia, pero aún así huelo a ausencias desparramadas por doquier, sin sonidos transparentando la falsa noche. Algo más que mi piel te llama, te grita.

1 comentario:

  1. Y pasará entonces que apareceré cada día de tu vida al lado tuyo, sonriéndote, abrazándote y demostrándote cuanto te amo, con mis manos y mi calor.

    Siempre te amo, cada día más.

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