Que vengan más de estos momentos por favor.
jueves, 9 de mayo de 2013
martes, 29 de enero de 2013
Terminal 8
Es increíble lo que pasa en los terminales, las manos se
sacuden, las risas aparecen en muchas bocas, y también relucen las lágrimas en
algunos.
Otros esperan pacientes, otros impacientes a que su destino
pronto llegue a ellos.
El mundo gira tan rápido, nadie nunca se detiene para mirar
lo que pasa a su alrededor. Yo siempre lo hago, tanto que llega a asustarme
pero para mí es inevitable hacerlo. De repente me veo rodeada de tantas cosas y
de a poco se dislumbran otras.
Uno fuma, otro abraza a su mujer mientras ríen y seguramente
se dicen cuánto se aman y que volverán a verse en unos días más.
Más allá el encargado guarda equipajes, mientras piensa en
cuándo verá a sus hijos, se pregunta si habrán comido o si ya estarán
durmiendo.
Más gente se sube al bus en el que bus, el asiento de al
lado está vacío. Cómo me gustaría que estés ahí, escuchando la misma música,
rozando nuestras pieles descubiertas, dándonos calor mutuo. Oh, cómo amo estar
así... simplemente cerca tuyo.
Te dejé hace poco, pero sé que volveré a verte muy pronto.
jueves, 17 de enero de 2013
2013. Un nuevo gran comienzo.
Siempre me pregunté cómo sería cambiar de vida tan
radicalmente como lo estamos haciendo ahora. Pensaba si acaso resultarían todos
los planes que formaba en mi cabeza-aunque más que planes eran sueños que tenía
hace años- La primera vez que pisé Valparaíso, creía que capturaba todo en lo
que algún momento imaginé vivir, era como la ciudad perfecta para mí. Con el
correr del tiempo se me fue olvidando. ¿Quién iba a pensar que la conexión
sería tan fuerte?
Acabo de separarme de ti en el terminal, vuelvo a mi ciudad
natal, aquella que me ha visto crecer. He visto en tus ojos las ganas de
comenzar nuestra vida juntos, tu esperanza aumentar a cada segundo y créeme que
es lo mejor que me ha pasado este último tiempo. La tormenta siempre tiende a
desaparecer después de un buen tiempo. Aprovechemos que la luz ha vuelto a
nuestras vidas y apoyémonos mutuamente en este nuevo caminar tomados de la
mano.
El hecho de que esté escribiéndote y el saber que pronto lo
leerás me causa una emoción tan grande y créeme que me encantaría ver tu
reacción. Ver si acaso te gustó o te encantó tanto como para darme uno de esos
abrazos que tanto me gustan.
Te amo, muy profundamente y así como nos encomendamos
nuevamente a Dios, me encomiendo a nosotros mismos y a nuestro amor. El camino
que se nos viene es difícil, pero podemos hacerlo.
Te veré pronto, amor.
¡Te amo!
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