Sí estábamos juntos en esa playa…
:)
Esto es lo que leen de mi, cuando empiezo a extrañarte, cuando te recuerdo y te ansío a mi lado:
Leo y leo tus palabras, como si así te pudiera abrazar cuando estás ausente..
Quiero tomar mi mochila, comprar un pasaje, subirme a un bus. Y verte.
Y porqué lloro ahora?, porqué tengo esa necesidad de escribir para no gritar a los cuatro vientos, que te quiero? –.-
Sí, lo último es cierto. Mi boca es como una cárcel en donde sólo ves barrotes, nada puede salir, ni palabras emitidas con esa voz que tanto te gusta, ni gemidos suaves que salen de vez en cuando cuando quieres empezar a llorar.
No estoy sufriendo, estoy feliz. Pero mi felicidad, mi batería llegaría al cien por ciento, cuando tu estés aquí o yo esté allá y pueda decirte a través de esos fierros oxidados que te quiero y tu oído sin ese aparatito lo escuche.
Llegaste y no quiero que te vayas, sólo pido tener la suficiente fuerza para aguantar. Y ya que tu eres fuerte, contágiame.
Estoy reaccionando, me acostaba entre sábanas cálidas, sola pero no.. Había algo diferente esta vez. Era raro, pero la sonrisa que se formaba en mi rostro me reconfortaba. Me habías llamado y sentía tu respiración junto a la mía, apenas hablábamos. Mi corazón latía a mil, y mi cuerpo sentía una y mil respiraciones. Trataba de hablar bajo, ocultando mi nerviosismo obvio, que me daba al escucharlo.
¿Qué me hiciste?
Desperté asustada, miraba el reloj y sentía que me había retrasado, pero no era así, sólo eran esas sensaciones raras que te vienen después de haber dormido tan bien. Me levanté apenas con los ojos brillando, esperando que nadie me preguntara el porqué. Pero no había nadie en ese lugar, no había nadie que comprobara qué me estaba pasando.
Ya con la música entrando por mis oídos, el ingrediente que faltaba se hacía presente.
El agua recorría mi pelo y mi rostro como una especie de sanación que tanto necesitaba, y el cielo estaba tapado con un color gris que yo tanto anhelaba.
El invierno se acerca…