Más que relatar sobre acontecimientos de mi vida, esta vez me he dado el tiempo de decir… BAH!, de gritar, gritarles y gritarme que soy una completa estúpida. Sí, así como lo leen.
Tampoco daré argumentos por los cuales me grito esto, sin embargo enumeraré algunos hechos:
- Pienso todo el puto día en ti, en la noche también. Saluda a mi insomnio. ¿Pero qué haces’, ¿esa es la forma de saludarlo? Sé amable, es mi única compañía, es fiel, sincero y atento. (Deberías aprender de él).
- Prendo el computador y veo una fotografía tuya, te leo y quedo en estado bobístico (llámese ese estado tonto en el cual babeas, suspiras, etc.)
(No esto no está siendo relatado para que ud., querido lector se ría, ni menos para que me compadezca. Muchas gracias, ahora continúo…)
- “Casi” y recalco la palabra casi, eres mi único tema de conversación. (okey, okey…sé que no puedo mentirles, apenas hablo con otras personas). ¿Eso debería ir en otro punto. ¿no?.
- Me dijeron “lo tuyo es..
JAJAJA, me acabo de dar cuenta que escribí algo al principio y lo niego.
“…patológico” Fue lo más suave que me pudo decir dentro de todas las chuchás que me dijo, despavilé si, en el momento…pero vuelvo a caer en lo mismo.
Me aburrí de enumerar cosas, ya las tengo claras. Sin embargo ahí están y me está costando un mundo poder resolverlas o por último hacerlas más llevaderas, dentro de mi vida. Obvio.
Pero ese día, ese momento en que ambos nos dijimos todo, comprendí que la forma de estar contigo era esa. Y solamente esa. Ahora, el problema son los recuerdos y ese deseo casi tierno de que volverá a ocurrir.
Eso, aún intento armar mi vida lo mejor posible.
¿Porcentaje? 40 por ciento.