Aprendí a desahogarme escribiendo, si no lo hago por twitter, inevitablemente tengo que hacerlo aquí, en este blog no tengo impedimento de caracteres ni el juicio de las personas que te leen.
Los últimos acontecimientos me han dejado en un estado de stand-by, en el cual intento distraerme lo mejor posible (cosa difícil cuando estás de vacaciones y no tienes a muchos lugares donde ir) por eso agradezco el hecho de que no me importe el salir sola con una croquera, lápiz y cámara por ahí, olvidándome del tiempo en palabras y capturas de cuánta cosa pasa por el frente de mis ojos.
Pero llego aquí y el computador es ahora mi perdición y lo que guardo ahí me devuelve a la realidad tan fuerte que vuelvo al principio de todo (ya saben, historiales…fotos…escritos…canciones) Pero hay veces(la mayoría) en que no duele, es como una forma de estar contigo, es como sentirte al lado mío aunque sean por unas horas. Recuerdo haber dicho, “no sirve de nada cerrar el note y pasárselo a mi mamá porque hay cosas que están en mi pieza que me lo recuerdan de todas formas).
Si me preguntaran cómo estoy, les diría bien… con unas ganas enormes de conversar con (ese)alguien y olvidar para siempre esos pensamientos que no debería tener ahora, hicimos promesas y juramentos que nadie(ni siquiera nosotros mismos) ni nada romperá.
Con eso vivo hoy.
Te tengo presente siempre, mi ángel.